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lunes, 19 de mayo de 2008

Tocata y fuga


Cada día es más común que llegue a mis oídos el caso de alguna amiga quien se encuentra en una encrucijada, una trampa, de la cual no sabe como salir, no sabe como actuar o qué actitud evitar para meter la pata. El escenario es mas o menos así: Conoces a un chico que te gusta mucho, salen un par de veces (a veces más) hay una química increíble, se divierten mucho juntos, y de pronto comienzan a haber demostraciones de ¿afecto? llámense besos apasionados, siestitas juntos, y en la mayoría de casos tambien van a la cama para no precisamente dormir. Pero ojo, no hay ninguna relación formal de por medio, ningún vínculo más allá de los momentos compartidos, cero ataduras, compromiso nulo, dicho en términos cotidianos: una vez salida la mercadería no hay lugar a reclamo.

Toda esa adrenalina es muy agradable, hasta que comienzas a cuestionarte las cosas, piensas que te agradaría saber qué terreno estas pisando, o qué estará haciendo él en este momento, ¿Con quién estará? ¿Estará con otra? y si así fuese, ¿No me tiene que importar, verdad? Total, no somos nada.
El comienza a espaciar cada vez más sus llamadas, de pronto la agenda se le complica y ocurren imprevistos problemas en el trabajo, o rollos familiares, que le ocasionan una terrible gangrena en las manos, lo cual le impide coger el teléfono y llamarte o enviarte un e-mail, o un mensaje. Tu te preguntas si lo debes llamar, decides que no y esperas, pero nada. No hay señales de vida. Ok, sólo llamaré para saber si no le ha caído encima un meteorito o ha sido abducido por los amigos de Sixto Paz. Al contestar el teléfono, el Sr. apenas se toma la molestia de ensayar una disculpa rápida y te dice que anda "full" en estos días pero que la proxima semana te llamará para verse. Sorry.

Es entonces que piensas que bueno pues, las reglas del juego son así, que debe andar ocupado y tu no estas incluída en sus actividades diarias, porque simplemente sólo eres su amiga, una amiga con la que comparte momentos agradables y uno que otro fluído coporal, nada mas.

Sin embargo es ahí cuando llamas a tu amiga que siempre te escucha y se caracteriza por pegarla de psicóloga, la cual parece ser una persona más o menos centrada, si bien un poquito venenosa y cruda para decir las cosas, pero eso es precísamente lo que necesitas, así que le comentas la situación y buscas consejo. Esta amiga podrá tomar alguna de las siguientes actitudes:

a)Si ve que eres una persona fuerte y que le gustan las cosas claras y de frente, aplicará la técnica del cachetadón verbal, que implica una buena dosis de ubicaína y otra de desahuevaxona, recordándote que fuiste tú la que aceptó tales condiciones en el contrato amical-amatorio con el susodicho, y que si te estas partiendo la cabeza por todo esto es porque simplemente no eres "madera" para ese tipo de relaciones, y que no te metas en asuntos de regalona profesional si no lo eres.
b)Si eres del tipo "Hello Kitty", es decir crees en el amor a primera vista, te gustan las comedias románticas, crees fehacientemente cada palabra que sale de boca del mequetrefe en cuestión y en el fondo anhelas que un domingo por la mañana se despierte y luego de la resaca se de cuenta que la calata con el delineador corrido que ronca a su costado no es la mujer de su vida, si no tú, que la mañana anterior despertaste en el mismo lado de esa cama, entonces tu amiga sólo te dirá: bueno, lo importante es que estés contenta, disfrútalo y no te compliques (babosa.)

Yo me pregunto, ¿En qué momento se jodió el Perú? ¿Acaso ha pasado más de dos décadas como mínimo desde que existia un cierto orden y cautela para involucrarse sentimentalmente? Ya lo sé, muchos me tildarán de chapada a la antigua o de santurrona, cual madre superiora de colegio que se escandaliza por ver un poster de Brad Pitt sin polo en Thelma & Loise. (De solo pensar en esa imagen de pronto olvido lo que iba a escribir).
El punto aquí, es que no se trata de un tema de moral y buenas costumbres, de no entregar el tesorito antes del matrimonio bendecido por Diosito, no, para nada. Es muy simple, es solamente un asunto de algo que cada vez veo extinguirse más rápidamente entre las mujeres: DIGNIDAD.
¿Digni-qué? ¿Con qué se come eso?

Señoritas, dignidad viene a ser el amor propio, la confianza en una misma, el sentirse lo suficientemente valiosa como para que el hombre que quiera tener una relación conmigo no le parezca un desperdicio estar UNICAMENTE conmigo, quererse un poquito una misma como para negarse a ser una más en la cama de alguien, una mujer pizza -de esas que solo las llamas y a los 20 min las tienes calientes en la puerta de tu casa- es decir, sentir que una se merece ser tratada como una persona, con una relación dentro de la monogamia, respeto, admiración, consideración mutua...y amor. Y si el mamotreto que tenemos al frente no está dispuesto a brindar nada de eso, pues sentir poco menos que lástima por alguien que no sabe lo que quiere en la vida y que está muy lejos de ser una persona de la cual podamos aprender algo que no sea mediocridad emocional. Hasta la vista, baby.

Muchas veces la mujer que acepta ese tipo de relaciones "libres" donde nadie tiene derecho a nada, es porque le teme a la soledad, piensa que a lo mejor, deseando una relación estable y bonita con un hombre que la ame, lo único que va a conseguir es quedarse sola en este mundo donde cada uno piensa sólo en su satisfacción y poco o nada le importan los sentimientos ajenos, donde hasta las personas ahora son desechables, donde lo único que interesa es el ahora y mañana a donde me lleve el viento, no pensar, no sentir, no estresarse con compromisos tontos, obtener lo que se desea en el momento y luego adiós.
Es entonces que se opta por tratar de "adaptarse" a esta tendencia actual en las relaciones, lamentablemente en el camino siempre se sufre, duele sentirse utilizada (y ese floro de "yo lo utilizo a él" no se lo creen ni ellas mismas, luego que pasan noches en medio de un mar de trago y tissues) duele en el orgullo cuando te enteras o peor aún, ves con tus propios ojos que el mismo chico con el que compartes esas noches de calor llenas de ansiedad -como diría Virus- hace exactamente lo mismo con cuanta ciudadana le parece mas o menos agradable a la vista, y al tacto.

Pero no todo es drama, hay mujeres que saben sobrellevar magistralmente ese estilo de vida Pret â Porter en las relaciones, les fascina alternar amantes, cambiándolos con mayor frecuencia que sus sábanas, sin ningun compromiso ni cuentas que dar a nadie, y se divierten mucho, eso ni que decirlo. Pero para eso se necesita ser muy desprendida, muy liberal, y muy buena actriz, lo suficiente para que dicho papel sea digno de convencer por completo al único juez, la única voz que no podemos evitar escuchar: una misma.



El himno de los amigos cariñosos:

Cuando es con vos - Virus


posted by Nowhere Girl at 15:43

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