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martes, 30 de enero de 2007
El Reencuentro (Primera Parte)
Este fin de semana fué definitivamente una mirada al pasado, y un sopapo al presente. Y me refiero a que curiosamente en 2 días me reencontré con más gente de la promoción del colegio, que en estos casi 9 años (holly shit !) de ex-alumna.
Primero el viernes, luego de una accidentada semana, salí con mi mejor amiga que está a punto de pasar a las filas de las casadas. La idea era reunirnos con otra amiga más e ir por allí a alcoholizarnos sanamente, y divertirnos un poco, ya que la primera opción había sido llevar a la novia, sin que ella supiese, a un conocido "ladies bar", pero lamentablemente el plan fué abortado a último minuto.
Ya que mi amiga cómplice no pudo asistir por motivos de fuerza mayor, fuimos por ahi con mi amiga la suicida a la concurrida calle de las pizzas a conversar un poco (bueno, bastante) acompañadas de unos cuantos litros de cerveza y harta nicotina.
Un par de horas más tarde, decidimos darnos una vuelta por Bierhaus (donde nunca antes había puesto los pies) para ver si podíamos sacudir un poco los huesos, pero si bien es cierto la música me causó una que otra agradable sorpresa, (Iggy Pop, U2, Depeche Mode) no había forma de bailar, puesto que el local estaba casi vacío.
Debido a eso, emprendimos la marcha hacia otro "punto": El Oso, y fué ahi que nos topamos con dos irreconocibles ex-compañeras: Silvana y Liliana. Muy en la onda "indie" ellas... luego de casi media hora donde prácticamente intercambiamos biografías de forma verbal y a la velocidad de la luz, procedimos a abandonar el lugar con rumbo a casa (ya no estamos para esos trotes).
Al día siguiente, fué nada menos que el baby shower de otra entrañable amiga: Gogododo, (apodada asi en honor al personaje de los Tiny Toons) quien si no fuese por su barriga de 8 meses, cualquiera diría que se quedó en limbo y estos años no pasaron por ella. Fué con ella con quien compartí mi etapa Beatlemaníaca, mis pininos pseudo-literarios, y más tarde una que otra escapada al sur con paracaidísta alemán incluído.
En dicha reunión también estuvo Tatiana, ex-miembro del otrora "Cubil Felino", que era como se llamaba nuestro grupo (OK, se admiten carcajadas), y quien si mal no recuerdo siempre tuvo un tacto muy particular para decir las cosas, cómo olvidar aquella vez que le cantó sus frescas a otra recordada miembro del clan, que solía presumir sobre su según ella privilegiada figura, e irresistible encanto que hacía sucumbir a todo aquel hombre que la tuviese en frente.
Y puesto que este viernes es la boda en cuestión, mencionada al inicio de este blog, seguramente ese sí que será un aquelarre de padre y señor mío. No hay primera sin segunda, dicen por ahi.
Primero el viernes, luego de una accidentada semana, salí con mi mejor amiga que está a punto de pasar a las filas de las casadas. La idea era reunirnos con otra amiga más e ir por allí a alcoholizarnos sanamente, y divertirnos un poco, ya que la primera opción había sido llevar a la novia, sin que ella supiese, a un conocido "ladies bar", pero lamentablemente el plan fué abortado a último minuto.
Ya que mi amiga cómplice no pudo asistir por motivos de fuerza mayor, fuimos por ahi con mi amiga la suicida a la concurrida calle de las pizzas a conversar un poco (bueno, bastante) acompañadas de unos cuantos litros de cerveza y harta nicotina.
Un par de horas más tarde, decidimos darnos una vuelta por Bierhaus (donde nunca antes había puesto los pies) para ver si podíamos sacudir un poco los huesos, pero si bien es cierto la música me causó una que otra agradable sorpresa, (Iggy Pop, U2, Depeche Mode) no había forma de bailar, puesto que el local estaba casi vacío.
Debido a eso, emprendimos la marcha hacia otro "punto": El Oso, y fué ahi que nos topamos con dos irreconocibles ex-compañeras: Silvana y Liliana. Muy en la onda "indie" ellas... luego de casi media hora donde prácticamente intercambiamos biografías de forma verbal y a la velocidad de la luz, procedimos a abandonar el lugar con rumbo a casa (ya no estamos para esos trotes).
Al día siguiente, fué nada menos que el baby shower de otra entrañable amiga: Gogododo, (apodada asi en honor al personaje de los Tiny Toons) quien si no fuese por su barriga de 8 meses, cualquiera diría que se quedó en limbo y estos años no pasaron por ella. Fué con ella con quien compartí mi etapa Beatlemaníaca, mis pininos pseudo-literarios, y más tarde una que otra escapada al sur con paracaidísta alemán incluído.
En dicha reunión también estuvo Tatiana, ex-miembro del otrora "Cubil Felino", que era como se llamaba nuestro grupo (OK, se admiten carcajadas), y quien si mal no recuerdo siempre tuvo un tacto muy particular para decir las cosas, cómo olvidar aquella vez que le cantó sus frescas a otra recordada miembro del clan, que solía presumir sobre su según ella privilegiada figura, e irresistible encanto que hacía sucumbir a todo aquel hombre que la tuviese en frente.
Y puesto que este viernes es la boda en cuestión, mencionada al inicio de este blog, seguramente ese sí que será un aquelarre de padre y señor mío. No hay primera sin segunda, dicen por ahi.
posted by Nowhere Girl at 11:00
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