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viernes, 12 de enero de 2007

Keine Traumfrau


"Nun mein lieber wie soll es nun weitergehn?
du siehst ein wenig traurig aus
hat sie dir etwa nicht gesagt dass sie nicht du ist?
kannst du denn nur glücklich leben wenn ihr beide du zu sein scheint?
jetzt ist sie kaputt
und du hast sie fallen lassen mein lieber
hmm.... was wirst du tun?"

Este párrafo que inicia una de las últimas canciones de uno de mis grupos favoritos, describe misteriosa e irónicamente la sensación que sentí algunos ya varios meses atrás.

Dicen por ahi a lo largo de muchas canciones y poemas, que encontrar nuestra alma gemela es el sentido de nuestro paso por la Tierra, que dicha búsqueda puede tardar siglos de siglos y miles de encarnaciones a lo largo de la eternidad, y quien logra encontrarla se siente finalmente completo, y dichas almas no vuelven a separarse nunca más.

Pero qué sucede cuando la encarnación de dicha alma gemela que uno piensa haber encontrado, resulta ser sólo el traicionero reflejo en el cristal? Cuando uno invirtió tanto tiempo y tanto de uno mismo con la certeza de que la búsqueda había cesado, cuando la soledad parecía sólo un vago y oscuro recuerdo de las épocas anteriores a dicho encuentro, y a cambio obtiene un desconcertante y sorpresivo desengaño?

Luego de algun tiempo masticando la pregunta, he conseguido esbozar un par de respuestas: O se trataba de un caso clínico de desprendimiento de retina espiritual, el cual no permitía ver la realidad, o simplemente era un intento diario de tratar de defender lo indefendible y cubrir lo que todo mortal a simple vista suele distinguir.
Dicha mezcla de sensaciones, en el momento arde cual herida cubierta de sal, lo primero que brota es la auto-negación, el no querer aceptar que los hechos y las personas son como son y jamás van a cambiar, porque simplemente así es su escencia, para bien o para mal (en este caso lo segundo).
Lo que sigue es un proceso de extirpación del mal elemento, arrancar de raíz lo poco que pueda aún permitir alguna conexión con aquel organismo patógeno, se cierran las puertas, ventanas, cerraduras y demás canales de posible contacto. Y luego... un largo silencio.

Mas el tiempo puede ser el mejor de los aliados para hacer que todo se empequeñezca ante nuestros ojos y la nostalgia puede tornarse tambien en un peligroso enemigo, capaz de tentarnos a convertir nuestros recuerdos agradables en motor suficiente como para intentar volver al círculo, a pesar que la razón indica que sería dar un paso atrás, tratar de componer algo que se quebró en mil pedazos y que por más que uno intente armar de nuevo y pegarlo cuidadosamente, simplemente jamás volverá a ser igual.
Muchas cosas de por medio, que impiden permitirse siquiera un momento de abandono a la añoranza, a dejarse invadir por los buenos recuerdos, porque en seguida cual thundercat, el recuerdo del momento decisivo y fatal acude raudo y veloz a nuestra memoria, rescatándonos de aquel oscuro mar de sentimientos encontrados, para poner todas las cosas nuevamente en su sitio.

Luego de un reiterado vaivén de situaciones similares a las descritas en el párrafo anterior, que sigue? hmm pues creo que se logra tal vez la versión más evolucionada de todo rompimiento: la indiferencia. Punto. La persona se vuelve un peatón más, que aunque esté a dos distritos o al otro lado del mundo, uno desearía no volver a encontrar, y no por temor a enfrentarse nuevamente al reflejo del espejo, si no porque sería muy triste y aburrido no tenerse nada que decir.

Claro que eso no quita que los iniciales deseos para con el destino de esa persona (que te aplaste el tren, que te caigan todas las plagas de Egipto juntas) vayan transformándose luego de que el ánimo y la sangre se van enfriando, en un saludable "a pesar de todo, ojala que le vaya bien".

Es por eso que tal vez en un tardío ataque de nostalgia, me animé a escribir el presente blog, tal vez para dedicar unas líneas a alguien que alguna vez pense que era mi alma gemela, pero no era más que un bien dibujado reflejo en el espejo, y que en nombre de todos los sucesos agradables que alguna vez compartimos, y de los para nada agradables también, desearle que tenga una existencia fructífera y tranquila, que le permita un descanso en su ansiosa y desesperadamente reiterativa búsqueda a lo largo de las muchas personas que iban apareciendo en su vida, y que algún día comprenda por qué las cosas sucedieron como sucedieron, y la importancia que tuvo (y de alguna forma siempre tendrá) para quien suscribe, lo suficiente como para inspirar una catarsis como esta.

Auf wiedersehen, meine liebe exfreundin.


"... Öffne die Augen, vergiss nicht wem du dienst".
posted by Nowhere Girl at 18:22

2 Comments:

Me gusta esa canción camarada (y ahora el video, jeje)...la había escuchado (no recuerdo donde)...no tenía idea ni de quien era ni como se llamaba....buena voz!!!

Y ese post? un momento de reflexion en la vida diaria con la hermana Sour Child??? trr tnnn tss

Eso de las almas gemelas es interesante....a buscar, a esperar o a disfrutar....hay 3 opciones :S

20 de enero de 2007, 11:36  

hmm.. la escuchaste en el hi5 de la persona que inspiró el blog.

... follow the clue.

21 de enero de 2007, 18:37  

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